USHUAIA Y EL FARO DEL FIN DEL MUNDO

Uno de los lugares más mágicos que visitamos en Argentina fue sin duda Ushuaia y su faro del fin del mundo. Para verlo hicimos una excursión en barco desde el puerto de Ushuaia por todo el canal Beagle hasta el faro.

El faro del fin del mundo es una novela de Julio Verne que narra las aventuras de unos fareros en la Patagonia Argentina. No hay ningún faro con ese nombre y el faro Les Eclaireurs no es el faro de la novela ya que aún no se había construido. Así que, coloquialmente, el faro Les Eclaireurs es mal llamado el faro del fin del mundo.

A pesar de todo esto, antes de comenzar nuestro viaje a Argentina, nuestro primer gran viaje, me leí la famosa novela de Julio Verne, para ir ambientándome.

Volviendo a la excursión, salimos por la tarde en el barco del puerto turístico de Ushuaia en dirección a las isla Bridges. Aunque quedó una tarde muy bonita, con la velocidad del barco y el viento patagónico, en la cubierta del barco hacía bastante frío, pero aguantamos el tipo porque merecía la pena disfrutar de aquello.

Al llegar a las islas Bridges, bajamos del barco y dimos un paseo por el islote. Como siempre me pasa cuando no vamos a nuestro aire, me supo a poco, aunque estuvimos un rato bastante largo disfrutando de las vistas.

Volvimos a embarcar y el barco se acercó hasta la isla de los pájaros. Con el motor casi parado, nos acercamos hasta estos islotes donde se concentran gran cantidad de pájaros en poco espacio. Hay un montón de especies diferentes de aves marinas pero las más comunes son los cormoranes magallánicos y los cormoranes imperiales.

Continuando  el recorrido nos acercamos a la isla de los lobos marinos, donde además de este enorme mamífero marino también había bastantes cormoranes. Le voy a poner una pega, como el barco se acerca bastante al islote, se aprecia bastante el fuerte olor que desprenden estos animales.

Y después de estas pequeñas escalas, nos acercamos hasta el faro Les Eclaireurs. Una vuelta, muchas fotos, miradas de ¡estamos en el faro del fin del mundo! y sobre todo, un paisaje único que conjuga mar, montañas, nieve y esa sensación de libertad, de paz y de tranquilidad que nos transmitió.

Y después de esto, de vuelta al puerto de Ushuaia, dejándonos para el recuerdo una de las mejores sensaciones que he tenido nunca.

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