VUELO A PEKIN. PRIMER DÍA EN CHINA

RECORRIDO POR CHINA. DÍA 1: BILBAO - PEKÍN. DÍA 2: TEMPLO DE LAMAS Y TEMPLO DE CONFUCIO.

Hoy comienza nuestro viaje a China, un recorrido de 17 días por China, que nos llevará a algunos de lugares más importantes del País, como la muralla china o los soldados de Terracota. Como no podía ser de otra manera, el viaje comienza con un tremendo madrugón ya que nuestro primer vuelo a Amsterdam sale a las 6:50 de la mañana, pero con la emoción de las vacaciones, no nos costó ni levantarnos. Después de unas horas en Amsterdam, cogimos el vuelo a Pekín, con la aerolinea KLM. El vuelo dura 9 horas y 25 minutos, así que nos pusimos "cómodos" y a disfrutar del viaje.

Avión Amsterdam - Pekín

El avión llegó puntual y antes de ir a por la maletas, hay que pasar por el control de pasaportes. En el avión nos dieron un papel que hay que rellenar y entregarlo allí. No le hicieron mucho caso a lo que ponía, pero hay que entregarlo sí o sí. En caso de que no te lo den en el avión, se puede coger uno en la zona de control de pasaportes. No tuvimos mucha cola, como 30 minutos. Igual que el avión llegara a las 06:00 am puede que ayudara. Recogimos las maletas, pasamos el control de aduanas y salimos al exterior donde nos estaban esperando. En el programa, el día de hoy no tenía ninguna visita, pero nosotros contratamos una excursión para visitar el Templo de Lamas y el Templo de Confucio. Estuvimos pensando en hacerlo por nuestra cuenta, pero al ser el primer día en China y nuestro primer contacto con Asia, no nos apetecía agobiarnos. Y menos mal que hicimos esta excursión, porque no tuvimos habitación en el hotel hasta después de comer. Así que, sin dormir, sin ducharnos y con el Jet Lag, nos fuimos directamente hasta el Templo de Lamas. Entre una cosa y otra, llegamos justo a la hora que abrían, a las 9:00. Ya desde el primer minuto nos encontramos con lo que iba a ser la tónica del viaje. Mucha gente, muchos chinos y mucho calor. A pesar de que no hacía sol y el día estaba como con bruma, el calor era asfixiante, con una humedad muy elevada.

TEMPLO DE LAMAS

Entrada Templo Lamas 

El Templo de Lamas o también llamado templo de Yonghe (palacio de la paz y la armonía) es muy visitado por los chinos ya que es el templo budista tibetano más famoso fuera del Tibet. Después vimos más templos, pero, este, al ser el primero, me impresionó bastante. El Templo de Lamas no es solo un edificio, es un conjunto de construcciones, con los típicos elementos chinos y con esos tejados que he fotografiado hasta la saciedad en este viaje. Los edificios más importantes están uno detrás de otros situados a lo largo de un eje imaginario. Además, a los lados, hay también varios edificios que los flanquean.

Templo de Lamas

Dentro de cada uno de ellos hay una o varias estatuas y en el exterior, los devotos, encienden incienso y luego lo depositan en los quemadores que hay. Esto hace que haya un intenso olor a incienso y, en algunos momentos, un humo casi cegador.

Rezando en Templo de los Lamas

El Templo de Lamas se construyó en 1694 como residencia del príncipe Yong, de la dinastía Qing. Por este motivo los tejados son amarillos, un color exclusivo para los edificios mandados construir por emperadores, o por Confucio en su defecto, al que se le otorgó el rango de maestro. En 1744, su sucesor, el emperador Qianlong, transformó el palacio en un templo de Lamas.
Uno de los pabellones más importantes es el Pabellón Wanfu Ge, donde se encuentra una impresionante estatua de Maitreya, el buda futuro. Mide 26 metros de altura y está construido de una sola pieza de madera de sándalo. En el exterior hay una placa que indica que es un record Guinness.

Estatua de Maitreya en el templo de Lamas

TEMPLO DE CONFUCIO

Después de ver el Templo de los Lamas, nos fuimos a ver el Templo de Confucio que está muy cera, a tan solo unos 150 metros. Aquí había mucha menos gente por lo que el lugar estaba más tranquilo. El Confucionismo en realidad no es una religión, es más bien una filosofía, y como tal, en este templo no hay imágenes de budas a los que rezar. Aquí también se encuentra la academia Imperial, el sistema educativo que tenían en la época de la China feudal. El recinto está adornado con cipreses, pero hay uno en particular que merece la pena mencionarlo. Hay un ciprés llamado Bai Shang sang (La morera en el ciprés). Se dice que el ciprés se plantó durante la dinastía Yuan (1206-1368) y después de los años, el tronco se volvió hueco y se llenó de escombros. Un pájaro depositó aquí una semilla de una morera y nació una morera del tronco hueco del ciprés.

Templo de Confucio

Para terminar la visita, callejeamos por la calle Guozi Jan, una de las calles más bonitas y auténticas que vimos en Pekín. No había casi turistas y las personas con las que nos cruzamos eran lugareños, con la esencia de China.

Después de esto nos fuimos a comer y por fín pudimos ir al hotel. Nos hospedamos en el Hotel New Otani Chang Fu Gong, que para las distancias que hay en Pekín, podemos decir que estaba cerca de la plaza de Tian An Men. Realmente estábamos muy cansados, ya que llevábamos más de 24 horas sin dormir, así que, decidimos descansar y recuperar fuerzas para el día siguiente y el resto de días, porque nuestro recorrido de 17 días por China acababa de empezar.

Recorrido de 17 días por China

Recorrido por China.

Día 3: Pekín.