Hacía tiempo que teníamos ganas de ir al restaurante el Cascanueces, pero nos costó bastante, la verdad, ya que cada vez que llamábamos estaba todo ocupado. Pero al final lo pudimos probar, y por dos veces en menos de dos meses. Una vez fuimos solos y otra con amigos, así que os traigo bastantes platos, para que veáis la oferta que tiene. Se os va a hacer la boca agua con este post de comer en Bilbao, el Cascanueces.
Restaurante el Cascanueces |
Nada más entrar la primera vez nos dimos cuenta enseguida de porqué es bastante difícil encontrar mesa, y es que el local no es muy grande. Las mesas para dos son bastante pequeñas, pero no se como se las arreglan pero no es nada incómodo. Sin embargo, el día que fuimos cuatro, la mesa estuvo muy bien de tamaño. La filosofía del restaurante Cascanueces es que sirven platos para compartir, algo que a mí, personalmente, me gusta mucho, ya que así se prueban más cosas. La carta no es muy larga y maître te la explica entera la primera vez que visitas el Cascanueces. Suelen cambiarla periodicamente pero hay platos que son fijos ya que a la gente le gustan un montón. Una vez que pides, te orientan muy bien si es suficiente o si has pedido mucho o poco, así que confía en su criterio y acertarás.
Comedor del Restaurante el Cascanueces |
Como ya os he comentado al principio, lo que os voy a enseñar lo comimos en dos visitas que hicimos al restaurante Cascanueces, no os creáis que nos lo comimos todo de una sentada, eh!!.
Mientras esperas a la comanda te sirven un cestillo con varios panes. Pan de trigo, de maíz y de centeno. Cada cual más rico. A mí el de maíz me gustó un montón. Pero no os llenéis de pan, que lo que vais a comer está para chuparse los dedos. Y empezamos con el festín.
Pulpo, papines y mayonesa picante.
Este es uno de los platos fijos de la carta y con mucho éxito. Una pata de pulpo, cocida y asada, con patatas pequeñas y mayonesa de chili dulce, suave y no agresiva. El pulpo estaba muy rico solo, pero mezclado con la salsa con un puntito picante estaba incluso mejor. La ensalada no tuvo tanto éxito y hay división de opiniones. Era una lechuga muy rizada, con láminas de rabanitos y citronela. Este toque de citronela le da un gusto muy diferente que es lo que hace que no a todo el mundo le guste. A mí personalmente me gustó pero a mis acompañantes les sabía a colonia.
Pulpo, papines y mayonesa picante |
Steak tartar clásico hecho con carne de txuletón cortado a cuchillo, con yema de huevo, focaccia de aceituna negra y queso ahumado. Yo no soy mucho de tartar ni carnes crudas pero estaba exquisito ya que con el resto de los ingredientes, casi ni se notaba ese toque a crudo. La focaccia estaba deliciosa. En cada ración vienen 4 trozos, para que lo tengáis en cuenta.
Tartar de txuletón, focaccia de kalamata y queso ahumado |
Atún rojo de Rota, Cádiz, cocinado 1 minuto, hecho por fuera, crudo y templado al centro, frito de tempura y acompañado de nabo y mayonesa japonesa. Así como el tartar en general no me hace mucha gracia y me encantó, el tataki me gusta mucho pero este me pareció un poco flojo. El plato que menos me gustó de todo lo que probamos. Está rico, no quiero confundiros, pero en comparación con el resto, se queda un poco atrás. Lo más rico del plato, la mayonesa japonesa.
Tataki tempura de atún rojo |
Gyozas de secreto ibérico con salsa de curry y muesli
Empanadillas al vapor rellenas de secreto ibérico y hoja de sisho, con salsa de curry ligera y muesli variado. Un plato muy sabroso y muy bien equilibrado el sabor del secreto con las empanadillas y el curry. Con toque crujiente incluido. Rico, rico.
Gyozas de secreto ibérico con salsa de curry y muesli |
Bacalao crujiente con callos, panceta, hongo y vizcaína
Bacalao con un rebozado crujiente, guiso de sus propios callos, salsa vizcaína y crujiente de su piel. De todos los pescados, el bacalao no es mi favorito y he de reconocer que este plato estaba espectacular. Lo que veis es media ración para compartir entre dos y es una cantidad más que suficiente a no ser que seáis super fans del bacalao y prefiráis comer mucho de esto y menos de otra cosa. Es un plato contundente a pesar de ser de pescado porque tiene patatas, panceta y hongos.
Bacalao crujiente con callos, panceta, hongo y bizkaina |
Sobre unas tortillas de maíz, está la carrillera, muy tierna, con una salsa muy rica y todo ello acompañado del toque verde, el Bimi. Se trata de un cruce entre el brócoli y el espárrago triguero, una verdura con muchas propiedades. Y todo el conjunto está para chuparse los dedos. Este fue uno de los platos que más me gustó.
Tacos mexicanos de carrillera guisada y scamorza |
Y para terminar, el postre estrella. 16 ingredientes mezclados en un postre no muy dulce, con crema mascarpone, helado de manzana ácida, tierra de cacao y cerveza, frutas, flores, rocas, musgo, menta...
Con la cuchara, hay que ir de abajo hacia arriba y coger un poco de todo y mezclar todos los sabores. Delicioso.
El Bosque |
No se si os pasa a vosotros también, pero yo, además de mis platos, me fijo también en el resto de las cosas que sirven en otras mesas, y tenían todo una pinta excepcional. Como la carta no es muy larga, se puede llegar a probar toda entera, así que seguro que repetiremos un día que hagamos plan de Comer en Bilbao, en el restaurante Cascanueces.
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