Durante la época de los Zares rusos, éstos no solo vivían en lujosos palacios durante el invierno, si no que tenían maravillosas casas donde pasaban sus veranos, donde paseaban por espléndidos jardines y cazaban en sus bosques. Uno de estos lugares es el Palacio de Peterhof, una de las excursiones imprescindibles desde San Petersburgo.