Salamanca no tiene una, sino dos catedrales. La primera, la catedral de Santa María o catedral vieja, (S. XII-XIV) y después, la catedral de la Asunción de la Virgen, o catedral nueva (S. XVI-XVIII).
Con el auge de la universidad de Salamanca, la catedral vieja se quedó pequeña, baja y oscura, así que, con el apoyo de los Reyes Católicos, allá por el 1513, se comenzó la construcción de la catedral nueva, pegadita a la vieja.