ORBANEJA DEL CASTILLO, LA CASCADA DE BURGOS

En el norte de la provincia de Burgos, casi en la frontera con Cantabria, está el pueblo de Orbaneja del Castillo, un nombre, que así de primeras, suena un poco raro, pero que posee una de las cascadas más bonitas de la península. Un torrente de agua que atraviesa el pueblo de Orbaneja del Castillo, convirtiéndose en la cascada de Burgos.

Orbaneja del Castillo

Esta cascada no está incluida dentro de mi post sobre 5 cascadas para visitar en España, porque todavía no la conocía, pero sin duda, merece estar en la lista. La mejor vista se tiene desde la carretera, que corta el camino del agua a modo de puente, y desde donde se pueden apreciar los 25 metros que tiene la caída del agua. Otra vista, también muy bonita, pero no tan espectacular, está descendiendo siguiendo el curso del agua, por cualquiera de las dos orillas. Se tiene una panorámica más general de las primeras casas de Orbaneja del Castillo, la cascada y el curso del río, que si lo siguiéramos, nos llevaría hasta el río Ebro.

Ahora toca subir hasta el pueblo por las escaleras que discurren por un lateral de la cascada. Un acceso un poco complicado si vas con cochecito de bebés o personas con movilidad reducida (hay que tenerlo en cuenta si es tu caso). El pueblo de Orbaneja del Castillo es bastante pequeño, pero tiene una historia larga. Es de origen medieval y, se supone, que había un castillo, como dice su nombre. Aquí vivieron mozárabes provenientes del Al-Andalus y parece que también vivieron judíos aquí. Los Reyes católicos le dieron el título de villa y los templarios levantaron el Hospital de San Albín para albergar a los peregrinos que hacían el camino de Santiago por aquí, una ruta alternativa al camino francés.

Pero volvemos a su cascada, que es lo que atrae a turistas tanto en verano como en invierno. Nace en la cueva del agua, que se puede visitar pero tan solo en los meses de Abril hasta Octubre. Aquí brota el agua subterránea acumulada en los diferentes acuíferos, y el agua crea un riachuelo que cruza el pueblo hasta convertirse en la cascada.

Nosotros no pudimos ver la cueva, ya que estaba cerrada, así que tendremos que volver.

Lo que si hicimos fue seguir subiendo hasta una especie de mirador que hay sobre la cueva y desde donde se ve el pueblo en todo su conjunto, y justo en frente, una de las formaciones rocosas más curiosas que he visto. Con un poco de imaginación, se pueden ver a dos camellos dándose un beso y el hueco que queda en medio, es el mapa de África. Así leído parece una exageración, pero mira la siguiente foto y dime si no lo veis ...

Formaciones rocosas de Orbaneja del Castillo

Merece la pena callejear por Orbaneja del Castillo y descubrir todos sus rincones y sus vistas. Además, si queréis comer aquí hay varios restaurante  que ofrecen menús y varios bares para tomar algo. Pero antes de volver a casa, a tan solo 15 minutos en coche, dirección pesquera del Ebro, está el mirador del Ebro, desde donde hay una vistas privilegiadas del cañón del Ebro. No hace falta decir nada más de este lugar. Solo disfrutar de sus vistas.

Mirador del Ebro

Y después de esta excursión hasta Orbaneja del Castillo, para visitar la cascada de Burgos, nos volvimos a casa que todavía nos quedaba un rato de coche.