EL TREN DE OSLO A BERGEN

Para mi primera entrada he elegido este post ya que me encanta viajar en tren (de ahí el nombre de mi blog :)), así que cuando leí que el trayecto entre Oslo y Bergen era uno de los más bonitos del mundo, lo puse en mi lista de destinos favoritos y este verano he tenido la oportunidad de hacerlo y poder compartirlo con vosotros.

Pero antes de coger el tren, pasamos un par de días visitando Oslo.

Este tren une la capital con Bergen, la segunda ciudad más grande de Noruega, situada en la costa sudoeste, con lo que cruza el país de costa a costa por el interior.

El trayecto completo dura unas 7 horas, pero la verdad, no se me hizo nada de largo.

El billete se puede comprar en la web de los trenes noruegos, NSB (Norges Statsbaner AS). 

El tren salía de la estación central de Oslo a las 12:01, así que nos acercamos un poco antes porque íbamos con todo nuestro equipaje.

El tren es muy cómodo, con sitio donde dejar las maletas a la entrada de los vagones y encima de las cabezas, asientos amplios y muy cómodos.

A las 12:01, con puntualidad británica, salió el tren de la estación. El principio del trayecto no es muy bonito que digamos, hasta que se sale de las cercanías de Oslo. Pero a partir de Drammen, más o menos, el paisaje cambia y no puedes dejar de mirar por la ventana.

Paisajes de bosques, prados, agua y esas casitas noruegas tan bonitas, que te dan ganas de entrar en una para ver como es por dentro.

A la hora de comer, nos sacamos un bocata que llevábamos en la mochila y a comer mientras disfrutamos del paisaje. Hay un vagón cafetería donde venden sandwiches, pizza, café y esas cosas, pero el precio de la vida en Noruega es muy muy muy alto.

Llevábamos ya la mitad del trayecto y lo mejor estaba aún por venir, y eso que está siendo todo muy bonito. Pena me da ver algunos pasajeros que están dormidos. No saben lo que se están perdiendo.....

El tren hace un recorrido de unos 500 km y sube hasta la estación de Finse, que se encuentra a 1.222 m de altitud.

Esta parte del trayecto es la más espectacular. A medida que vas subiendo en altura se nota que baja la temperatura exterior y se empieza a ver nieve en las montañas.

Finse es un destino muy popular para turismo de montaña, trekking, montar en bicicleta y en invierno para deportes de nieve. Es la estación donde más gente se baja, y no me extraña, porque el entorno es una preciosidad.

 

En esta zona hay un montón de túneles. En total en todo el recorrido hay 182, y todos excavados a mano!!!. Normal que tardaran 34 años en construir esta línea de tren, finalizada en 1909.

Una vez pasado Finse se comienza a descender, y pasamos por otra estación importante, la de Myrdal, desde donde se coge el tren que te lleva Fläm para hacer la excursión Norway in a nutshell.

Pasado el subidón del paisaje de la altiplanicie más alta de Europa, terminamos el recorrido con un paisaje más parecido al del inicio.

El paisaje es muy bonito a ambos lados del tren, así que no importa si estás sentado a la derecha o la izquierda del pasillo. Lo único, en la zona de Finse quizá se concentra más en la zona izquierda, pero desde las puertas de entrada al tren se ve todo muy bien. Eso sí, agárrate fuerte, porque va a una velocidad bastante alta.

No sé si será el viaje en tren más bonito del mundo, pero a mí me parece que merece la pena. Si tenéis la oportunidad de hacerlo, yo os lo recomiendo.
Llegamos a la estación de Bergen, y ahora toca ya coger las maletas y buscar el hotel. Si el trayecto hasta llegar a Bergen es bonito, la ciudad me pareció preciosa. El mercado de pescado, el monte Floyen, el puerto, el fiordo de Bergen, y por supuesto, la zona de Bryggen.

¿Cuál ha sido vuestro viaje en tren preferido?