HURTIGRUTEN DIA 2: ALESUND, GEIRANGER Y TROLLSTIGEN

Parte 3 de 7 del viaje  Hurtigruten: De crucero por el litoral Noruego

Escalas del día: 1-Floro, 2-Maloy, 3-Torvik, 4-Alesund, 5-Molde

Hoy el día ha comenzado muy pronto porque queríamos estar en la cubierta cuando llegáramos a Alesund. No vimos amanecer porque amanece realmente pronto, pero no eran ni las 8:00 cuando subimos a cubierta. Una pena que no pudimos bajar a verlo porque parecía un pueblo realmente bonito.

Alesund

La excursión de hoy es la del fiordo Geiranger y la carretera Trollstigen.
Se va por la carretera turística nacional Nº 63  y una vez en Trollstigen se continua hasta llegar a Molde donde volveremos a embarcar en el Hurtigruten.

Carretera turística nacional 63

Como la excursión empieza a medio día, hemos pasado la mañana en la sala panorama, en la última planta del barco, disfrutando de las vistas y leyendo un ratito. No sé como son otros cruceros porque este es el primero que hago, pero en el salón hay bastante silencio y mucha tranquilidad que es lo que veníamos buscando.

Del Hurtigruten hemos bajado a un barquito que nos ha acercado hasta el puerto de Geiranger. Aquí nos estaba esperando un autobús para hacer toda la excursión y la primera parada ha sido el mirador para ver el fiordo de Geiranger en todo su esplendor.

El fiordo de Geiranger es Patrimonio de la humanidad desde 2005

Puerto y fiordo de Geiranger

Fiordo de Geiranger

Con el autobús hasta Eidsal, donde hemos tomado un ferry para cruzar hasta Linge. A pesar de que el trayecto es cortito, nos hemos bajado del autobús para ver las vistas desde la cubierta del ferry.

Ferry hasta Linge

Linge

Una vez en Linge, de nuevo al autobús y rumbo a Trollstigen, pero antes una paradita en el Cañón Gudbrandsjuvet en Valldal. Hay una pasarela en voladizo que cruza el cañón desde donde se puede ver de cerca la cascada de 5 metros de ancho con una caída de 20 metros.

Cañón Gudbrandsjuvet en Valldal

Las vistas durante todo el trayecto son preciosas. Hemos cambiado el paisaje de agua por el de montaña pero no le tiene nada que envidiar. Todo el camino está salpicado de casitas con el techo de césped. Antiguamente era la construcción más común de Noruega, casas de madera con el techo de corteza de abedul y hierba. Este tipo de construcción hacía que las casas fueran resistentes al agua, y sobre todo al frío.

Y finalmente llegamos a Trollstigen, la escalera de los trols. Hay una plataforma con miradores en diferentes sitios para poder ver todas esas curvas de herradura. En total, 11 curvas de vértigo, empinadas y de 180º, donde hay que ser un conductor muy hábil para que no te tiemblen las piernas.
Se terminó en 1936, y desde entonces sigue en uso además de ser un lugar realmente asombroso.

La vista desde abajo no impresiona tanto pero se ve mejor la cascada que serpentea entre las curvas.
Un lugar que no os podéis perder y al que se puede llegar desde diferentes lugares de Noruega y por diferentes rutas.

Después de bajar la Trollstigen, llegamos hasta Molde, pero antes, paradita de rigor en una tienda de souvenirs para comprar algún recuerdo.
¿Cómo resistirse a una trollshop?

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