Andén 27

Blog de viajes y fotografía

lunes, 18 de septiembre de 2017

CRUZANDO LAS ROCOSAS A BORDO DEL ROCKY MOUNTAINEER (PARTE 2)


Después de descansar del primer dia cruzando las rocosas a bordo del Rocky Mountaineer, en el trayecto de Jasper a Kamloops, tocaba la segunda parte del recorrido hasta Vancouver. El paisaje de este segundo día no tiene nada que ver con el del primer día. Se trata de un paisaje más desértico, en comparación con el paisaje frondoso y exuberante del día anterior.
Rocosas canadienses a bordo del tren Rocky Mountaineer
Uno de los paisajes que vimos es el Rainbow Canyon, llamado así por los diferentes colores que tienen las piedras, en función de los minerales que contienen, como el cobre o el azufre. Un paisaje muy cusioso que a mí me ha recordado mucho a lo que vimos en Argentina, el cerro de los siete colores, en Pumamarca.
Rainbow Canyon rocosas canadienses
Rainbow Canyon
Una de las zonas más bonitas de este recorrido es el tramo por donde se cruzan los largos túneles que atraviesan la montaña. Y no solo por el mero hecho de cruzar los túneles. El paisaje en sí es muy bonito, pero sobre todo, como el tren debe zigzagear siguiendo la montaña, se toman curvas muy abiertas, de esta forma, se puede ver el principio del tren y como va entrando en los túneles. En esta zona vimos varias águilas calvas, las de la cabeza blanca, las típicas águilas americanas. No había visto nunca ninguna en vivo, y parecían ejemplares bastante grandes.
Cruzando los tuneles de las rocosas en Rocky Mountaineer
El trayecto del Rocky Mountaineer transcurre entre el río Thompson y el río Fraser, por lo que era llamado el "sendero de oro" durante la fiebre de oro del norte de Canadá. Hay una zona en la que se juntan los dos ríos y se pueden distinguir perfectamente los colores de las dos aguas. Si os fijais en la siguiente foto, el agua de la parte inferior es más oscura y la de arriba más clara. El río Thompson es el tercer río más grande de esta zona de Canadá, la British Columbia, y es el del agua más clara. El río Fraser es el río más largo de Canadá. Su lecho tiene grandes cantidades de sedimentos que van siendo arrastrados por el agua, de ahí su color más oscuro y turbio.
No todo el viaje tiene bonitos paisajes para disfrutar, así que es un buen momento para descansar, dormitar, leer o para escribir mi diario de viaje. Hay que aprovechar estos tiempos muertos para actualizarlo que si no se me acumula.
Detalle del interior del vagon del tren Rocky Mountaineer
El tren fue, y sigue siedo, un medio de transporte muy importante de Canadá, tanto para el tráfico de mercancías como de personas. La Canadian Pacific Railway comenzó a construirse a finales de 1800 y para su construcción  se contrataron muchos trabajadores chinos. Estos trabajadores realizaban los trabajos más peligrosos y cobraban menos que las personas de otras nacionalidades, así que no podían ahorrar y no podían visitar a sus familias ni traerlas a Canadá. Pero, poco a poco, esta comunidad fue creciendo y actualmente, en la zona de Vancouver, es una parte importante de su ciudad.
Cruce del rio Fraser en Columbia britanica
Y así, poco a poco, fuimos llegando hasta Vancouver, donde nos esperaban nuestras maletas y un taxi que nos llevó hasta el hotel donde nos hospedaríamos. El viaje en tren, cruzando las rocosas a bordo del Rocky Mountaineer toca a su fín. Una experiencia muy bonita con una atención exquisita.



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4 comentarios:

  1. wow!!! Viajar en tren, es de mis preferidos! Y hacer esa ruta tiene que ser impresionante! Bonitos paisajes!

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  2. Cada vez que leo algo así, como lo que cuentas de las obras del tren canadiense, entiendo aquello de trabajar como chinos. Sin parar y por poco dinero.

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