El parque de Vigeland es un parque a las afueras de Oslo famoso por las esculturas de Gustav Vigeland. Además de ser una atracción turística es el parque más visitado por los habitantes de Oslo. Nosotros lo visitamos un sábado y había casi más lugareños que turistas, y eso que el día no era del todo bueno.
El parque Vigeland está un poco alejado del centro así que hay que coger transporte público. Cogiendo el tranvía nº 12 hay que parase en la parada Vigelandsparken. Al ser un parque público la entrada es gratuita y abre de 10:00 a 18:00.
El puente del parque Vigelan |
El parque no fue diseñado al
completo desde el principio, se fue haciendo por fases durante toda la
vida del escultor Gustav Vigeland. Nosotros entramos por el puente y a
cada lado había esculturas de bronce en posturas, cuando menos,
curiosas, algo que vimos que se repetía a lo largo de todo el parque de
Vigeland. Esta zona del puente es del periodo entre 1926 - 1933. Todas las figuras miran hacia el puente o hacia los lados y la mayoría trasmiten movimientos suaves.
Después del puente se llega hasta una fuente. Esta es la zona más antigua del parque del 1906 a 1914. También son figuras de bronce de árboles y personas.
Después de subir por unas escaleras llegamos a la zona del monolito, donde las esculturas son de granito. Para llegar al monolito hay una escalera con figuras de granito que representan las diferentes etapas de la vida, desde la niñez hasta la vejez, pasando por la pareja, conflictos entre generaciones y otras cosas que no supimos descifrar.
El monolito en sí es una auténtica maravilla. Son 121 figuras que forman "el monolito del ser humano" con una altura de 14 metros. Tiene varias interpretaciones pero la que más me convence es la de la lucha por la existencia.
Ya para terminar, nos encontramos con la rueda de la vida, 4 adultos y 3 niños formando una enorme rueda de bronce de 3 metros de diámetro que parece que se va a echar a rodar en cualquier momento.
La rueda de la vida |
Ah, ese parque es muy especial, me gustaron mucho las estatuas. Y Noruega en en general, también, aunque Oslo no me pareció el lugar más especial de los que visité.
ResponderEliminarPues yo, mirando un poco hacia atrás, he de decir que me pareció una ciudad tranquila y muy bonita, como para vivr, si no fuera por el frío invierno, jejeje
EliminarNos encantó el parque. Sobre todo las esculturas enlazadas y la del niño enfadado.
ResponderEliminarDebajo del monolito era curioso observar los relieves, había uno en concreto de un caballo dandole una coz a un niño que nos resultó un poco fuerte.
Creo que a VIGELAN no le gustaban mucho los peques.
A nosotros también nos gustó mucho. Hay cantidad de detalles en cada escultura
EliminarQué buen lugar que conjuga arte, naturaleza y conocimiento. Muy buenas las fotos y un sitio más para anotar cuando visite Oslo. Gracias!
ResponderEliminarSi vas a Oslo no te lo puedes perder!!
EliminarMuy bueno, me has recordado cuando llegué allí hace años sin haber visto ni una foto de lo que había. No sabía donde mirar, pero recuerdo especialmente la escultura de un niño llorando...
ResponderEliminarUn abrazo
Yo tampoco lo conocía mucho y me sorprendió mucho. Un sitio precioso
EliminarEL RELATO DEL EDEN.
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